Hemos pasado de ciudades fantasmas a ciudades matinales y vacacionales.
Ahora cuando vas por la calle lo que ves es gente mayor paseando al sol con su característica tranquilidad y niños con las bicicletas y los patinetes como si ya fueran las primeras semanas de vacaciones.
Me encanta las vibraciones que esto hace que se refleje en el ambiente, como el olor de la lluvia.
En algunos momentos da la sensación que este tiempo de auto conocimiento se refleja en nuestro exterior de una forma sensorial.
Esa era la parte bonita y feliz de mi reflexión, ahora viene todo lo contrario.
Que maravilla y que decepción el ser humano, pero supongo que justo ahí reside nuestra "gracia".
Sigo asombrada de todas las cosas que están pasando en Estados Unidos.
Creo que su campaña de marketing en la que se mostraba lo modernos, tolerantes y geniales que creen ser se les está viniendo a bajo de manera estrepitosa.
No se puede correr sin saber andar, en mi humilde opinión eso es lo que ellos siempre han hecho y los demás les hemos seguido la corriente, siempre distraídos con colores y luces. La diferencia es que cuando algo era demasiado, teníamos cierta capacidad como para saber hasta que punto algo es real o no.
Hasta pronto
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